El partido socialista alemán Die Linke ha traslado su apoyo a IU de cara a las elecciones del próximo día 20 y ha recordado a la formación liderada por Cayo Lara que su éxito electoral fortalecerá a la izquierda en toda Europa.
En una carta remitida a la formación por el líder del partido alemán Oskar Lafontaine, el Die Linke traslada su "solidaridad" con IU y su apoyo en la lucha "por una política en defensa de los intereses del pueblo".
"Estamos confiados que la izquierda saldrá reforzada de estas elecciones. Un éxito de Izquierda Unida en España fortalece a la izquierda en toda Europa y contribuirá, en ese sentido, enormemente al desarrollo de una Europa democrática, social, ecológica y pacífica", señala la formación alemana.
En la misiva, se recuerda el estrepitoso fracaso de la política neoliberal y la amenaza de desmoronamiento del espacio europeo, a la vez que se advierte de las políticas estrictas de ahorro que se están imponiendo en los países "más endeudados" suponen recortes de las prestaciones sociales, la eliminación de derechos democráticos y el empeoramiento de las condiciones de trabajo y de vida de las personas.
"El ESFS --European Financial Stability Facility--, el paraguas de salvamento decidido, sirve sobre todo al aseguramiento de los créditos de los bancos, pero no a la defensa de los intereses del pueblo. Esta política no es sólo una injusticia social, también es un error económico, porque con ella no sólo se estrangula el desarrollo económico de los países que se encuentran en crisis, también frena el desarrollo económico en toda la UE", recuerda.
Frente a esto, apuesta por un impuesto del patrimonio en toda Europa sobre todas las transacciones financieras y una imposición real a los bancos, así como por liberar a los estados "del secuestro en el que los mantienen los mercados financieros" y que el suministro de los estados con créditos se efectue a través de un banco público europeo.
Asimismo, el partido alemán sostiene que hay que impedir la especulación financiera, con bancos sujetos a un control democrático y apuesta por una política ofensiva de salarios que fortalezca los ingresos de la población y, en consecuencia, la demanda interna como alternativa a la reducción de salarios e impuestos.
Finalmente, aboga por un programa coyuntural europeo que se oriente por las necesidades sociales y ecológicas porque "sólo de esta manera se puede impulsar el desarrollo económico de la Unión Europea".
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