Éste fue el trato recibido por el compañero de IU, Alberto, en la
localidad toledana de Argés, cuando solicitó la retirada de una biblia y
un crucifijo del atril donde tomaba posesión de su acta como concejal,
símbolos colocados allí en representación solo de una parte de la
ciudadanía y contraviniendo la aconfesionalidad del Estado y sus
instituciones -como recoge la Constitución, juzguen ustedes mismos.
Éstos son los que nos viene a dar lecciones de moral y puritanismo, ojo
con el nerviosismo de ésta gente que está viendo como se les va
acabando el chollo y están empezando a hacer "otro tipo de política",
nadie dijo que fuese a ser fácil.
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